El hepatocarcinoma es la forma más común de tumor maligno de hígado, que suele afectar a pacientes con edades superiores a los 40 años. Se trata del tercer tipo de cáncer más mortal a nivel mundial. Este tipo de tumor se diagnostica, con frecuencia, en la etapa avanzada, ya que en la etapa inicial los síntomas son leves o inexistentes. Como consecuencia, la tasa de supervivencia es relativamente baja. Por lo tanto, la prevención es fundamental para las personas en riesgo, es decir, aquellas que ya padecen enfermedades hepáticas.
SÍNTOMAS
En muchos casos, el carcinoma hepatocelular no presenta ningún síntoma hasta muy tarde en su desarrollo. Esto se debe a que el interior del hígado no siente dolor y puede contener un tumor grande sin que se presente ningún síntoma.
En casos excepcionales, los tumores pequeños pueden causar síntomas al obstruir el conducto biliar y causar ictericia o al romperse y sangrar.
Si tiene algún síntoma, debe consultar a un especialista. Cuando los tumores aumentan de tamaño sin generar problemas, terminan provocando fatiga severa, falta de apetito, pérdida de peso involuntaria, dolor en el cuadrante superior derecho o picazón.
CAUSAS
En los países occidentales industrializados, el carcinoma hepatocelular casi siempre aparece por una enfermedad hepática de larga duración: en la mayoría de los casos, hepatitis crónica. La mayoría de los pacientes tienen más de 40 años.
En áreas donde el cáncer de hígado es más común (Sudeste de Asia y África), ocurre con mucha más frecuencia sin que necesariamente haya una cirrosis hepática previa. En estas regiones, los pacientes suelen enfermarse a una edad más temprana (menos de 40 años).
Las principales causas de este tipo de tumor son:
Cirrosis del hígado, a causa del abuso de alcohol
Hepatitis B y C
Hemocromatosis, una enfermedad que causa la deposición de hierro en el hígado y en otros órganos
Sustancias cancerígenas que se encuentran en alimentos
Exposición a sustancias nocivas, como el arsénico y el monómero de cloruro de vinilo
Ingesta de esteroides anabólicos
Abuso de alcohol
Factores de riesgo secundarios, como fumar o la obesidad
DIAGNÓSTICO
Las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar el carcinoma hepatocelular incluyen:
Análisis de sangre para medir la función hepática
Pruebas de imágenes, como tomografía computarizada yresonancia magnética
Biopsia de hígado, en algunos casos, para extraer una muestra de tejido hepático para análisis de laboratorio.
TRATAMIENTO
Existen una serie de terapias que se utilizan para tratar el hepatocarcinoma.
Terapias sistémicas:
Extirpación quirúrgica del tumor: el procedimiento no se puede realizar en varios casos, por ejemplo, cuando el tumor se encuentra en una etapa avanzada o cuando el paciente sufre cirrosis hepática.
El trasplante de hígado es menos frecuente y, de hecho, constituye una técnica muy reciente. Además, muchos pacientes trasplantados no sobreviven a la cirugía.
La radioterapia puede provocar una reducción en el tamaño del tumor.
Terapias locales o regionales:
Quimioterapia local: el medicamento se inyecta directamente en la arteria hepática
Tratamiento ablativo: la arteria hepática está atada para privar al tumor del suministro de sangre
Quimioembolización: se coloca un agente decontraste con medicamentos de quimioterapia en el tumor.
Alcoholización percutánea por ultrasonido: se inyecta alcohol etílico, una sustancia tóxica para el cáncer. Radiofrecuencia para aplicar señales eléctricas a la masa tumoral.
Se ha demostrado que las terapias locales y regionales tienen una mayor tasa de éxito que las terapias sistémicas. Sin embargo, solamente son efectivos en el caso de tumores pequeños.
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