El cáncer de estómago se produce por el crecimiento descontrolado de una de sus células de las capas internas formando de forma progresiva una masa o ulceración. Cuando se detecta una úlcera gástrica se deben realizar biopsias para conocer si tiene transformación maligna o no. El cáncer de estómago es una neoplasia de alta mortalidad. La supervivencia a los 5 años es del 20-30%. Continúa teniendo una alta tasa de recidiva tras la cirugía en forma de recaída local o de enfermedad micrometastásica oculta. El cáncer de estómago es dos veces más frecuente en varones que en mujeres y tiene cierto componente hereditario que permite adoptar medidas preventivas.
Muchos de los síntomas que desarrollan los pacientes con cáncer gástrico suelen solaparse con otras causas de etiología benigna. Desgraciadamente, lo más frecuente es desarrollar síntomas en estadios más avanzados en relación al crecimiento tumoral o a los síntomas derivados de las lesiones metastásicas.
Los síntomas más habituales son:
No está claro qué causa el cáncer de estómago, aunque, según las investigaciones, se identificaron muchos factores que pueden aumentar el riesgo. Los médicos saben que el cáncer de estómago comienza cuando una célula del estómago desarrolla cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le indican a la célula qué hacer. Los cambios le indican a la célula que crezca rápidamente y que continúe viviendo cuando las células sanas mueren. Las células acumuladas forman un tumor que puede invadir y destruir tejido sano. Con el tiempo, las células pueden desprenderse y diseminarse (hacer metástasis) a otras zonas del cuerpo.
Son muchos los factores que tienen un papel influyente en su desarrollo.
Para el diagnóstico del cáncer de estómago, el médico elaborará una historia clínica y efectuará una exploración física que le oriente sobre hábitos del paciente y/o la existencia de síntomas y signos que puedan hacer sospechar la existencia de un cáncer de estómago.
Para el diagnóstico, el mejor medio es la gastroscopia. Esta exploración, además, permite la obtención de muestras.
La eco-endoscopia detecta mejor el grado de infiltración local y la presencia de adenopatías locorregionales. Además, se debe completar el estudio con un TAC siendo incluso necesario la realización de un PET estadiaje o una laparoscopia diagnóstica.
Hay diferentes tipos de tratamiento disponibles para los pacientes con cáncer de estómago. Algunos tratamientos son estándar (tratamiento que se usa en la actualidad) y otros se están probando en ensayos clínicos.
Se usan siete tipos de tratamiento estándar:
Cirugía
La cirugía es el tratamiento más común para todos los estadios del cáncer de estómago. Se utilizan los siguientes tipos de cirugía:
– Gastrectomía subtotal: extirpación de la parte del estómago que tiene cáncer, los ganglios linfáticos cercanos y parte de otros tejidos y órganos cercanos al tumor.
– Gastrectomía total: extirpación de todo el estómago, los ganglios linfáticos cercanos y parte del esófago, el intestino delgado y otros tejidos cerca del tumor.También es posible que se extirpe el bazo.
Si el tumor obstruye el estómago, pero el cáncer no se puede extirpar por completo mediante cirugía estándar, es posible usar uno de los siguientes procedimientos:
– Colocación de endoprótesis endoluminal: Para los tumores que obstruyen el paso de contenido hacia adentro y afuera del estómago, es posible hacer una cirugía para colocar una endoprótesis desde el esófago hasta el estómago o desde el estómago hasta el intestino delgado y así permitir que el paciente coma de manera normal.
– Terapia láser endoluminal: procedimiento por el que se introduce en el cuerpo un endoscopio que tiene un láser.
– Gastroyeyunostomía: cirugía para extirpar la parte del estómago con cáncer que obstruye la entrada al intestino delgado.
La resección endoscópica de mucosa es un procedimiento sin cirugía en el que se usa un endoscopio para extirpar el cáncer en estadio temprano y los bultos precancerosos del revestimiento del tubo digestivo.
La quimioterapia es un tratamiento del cáncer en el que se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Cuando la quimioterapia se toma por boca o se inyecta en una vena o músculo, los medicamentos entran al torrente sanguíneo y pueden llegar a las células cancerosas de todo el cuerpo (quimioterapia sistémica). Cuando la quimioterapia se coloca directamente en el líquido cefalorraquídeo, un órgano o una cavidad corporal, como el abdomen, los medicamentos afectan sobre todo las células cancerosas de esas áreas (quimioterapia regional). La manera en que se administra la quimioterapia depende del tipo y el estadio del cáncer que se está tratando.
La radioterapia es un tratamiento del cáncer para el que se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir que se multipliquen. Para la radioterapia externa se usa una máquina que envía la radiación hacia el área con cáncer desde el exterior del cuerpo.
La quimiorradioterapia combina quimioterapia y radioterapia para aumentar los efectos de ambas terapias en el cuerpo. La quimiorradiación que se administra después de la cirugía para disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva se llama terapia adyuvante.
La terapia dirigida es un tipo de tratamiento para el que se utilizan medicamentos u otras sustancias a fin de identificar y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales. Por lo general, las terapias dirigidas causan menos daño a las células normales que la quimioterapia o la radioterapia.
La inmunoterapia es un tratamiento en el que se usa el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Se usan sustancias elaboradas por el cuerpo o en el laboratorio para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer. Este tratamiento para el cáncer es un tipo de terapia biológica.
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