El cáncer de cuello uterino es un tipo de cáncer que se produce en las células del cuello uterino, la parte inferior del útero que se conecta a la vagina. Varias cepas del virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual, juegan un papel importante en la causa de la mayoría de tipos de cáncer de cuello uterino. Cuando se expone al virus del papiloma humano, el sistema inmunitario del cuerpo generalmente evita que el virus haga daño. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de personas, el virus sobrevive durante años, contribuyendo al proceso que hace que algunas células del cuello uterino se conviertan en células cancerosas.
El tipo de cáncer de cuello uterino que tienes ayuda a determinar tu pronóstico y tratamiento. Los principales tipos de cáncer de cuello uterino son los siguientes:
Algunas veces, ambos tipos de células están implicadas en el cáncer de cuello uterino. En muy raras ocasiones, el cáncer se presenta en otras células del cuello uterino.
Los factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino incluyen los siguientes:
Los cambios precancerosos del cuello uterino y el cáncer cervical no se pueden ver a simple vista. Se necesitan exámenes y herramientas especiales para descubrir tales enfermedades.
El tratamiento del cáncer cervical depende de:
El cáncer cervical temprano se puede curar con la extirpación o destrucción de los tejidos precancerosos o cancerosos. Es por esto que las citologías vaginales de rutina son tan importantes para prevenir el cáncer cervical o detectarlo en una etapa temprana. Existen diversas formas quirúrgicas de hacer esto sin extirpar el útero ni dañar el cuello uterino, de tal manera que la mujer pueda aún tener hijos en el futuro.
Los tipos de cirugía para el precáncer cervical y en ocasiones cáncer cervical temprano muy pequeño incluyen:
El tratamiento para el cáncer cervical más avanzado puede incluir:
Es posible utilizar la radioterapia para tratar los casos en que el cáncer ha reaparecido. La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir el cáncer. Se puede administrar sola o con cirugía o radiación.
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